lunes, 17 de octubre de 2011

Soneto I




Guardan tus ojos cientos de imágenes,
mas los míos guardan solo la tuya.
Encierro en mi corazón mil placeres
que sin ti no hubiera vivido nunca.
Déjate sentir lo que siento al verte,
permíteme tomarte la cintura
y hacer que estés feliz constantemente,
pues donde vamos no hay males ni dudas.
Podrán vaciarse los lagos y mares,
se apagará el sol una y mil veces,
que si te marchas prometo encontrarte.
Y si te quedas conmigo por siempre
no desistiré en amarte, besarte,
abrazarte y mimarte eternamente.

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