Niñito alado saetero del destino,
que en un cruce de miradas furtivas
lanzaste tus flechas impregnadas de amor
para dejar por siempre unidas nuestras vidas.
Ciego encanto vástago de la hermosa Venus
que me atravesaste con tus flechas de hielo
congelando en mi corazón su bella efigie
aguardando a que lo derrita con sus besos.
Criaturita descalza a lomos de un delfín,
arquitecto de lo posible y lo imposible
cuyas obras retan hasta a la eternidad
y que unes almas con puentes indestructibles.
Anuda ya para siempre lo que has unido,
que si algo se desata sea la pasión
y que el tiempo y la adversidad lo hagan más fuerte
para que esta obra no llegue a su extinción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario