ella una risueña soñadora.
Él le hace ascos al destino,
ella busca su príncipe azul.
Él acostumbra a mirar al pasado,
ella solo mira hacia el futuro.
Él cree en la causalidad,
ella habla de casualidad.
Y sus almas van unidas,
quieran admitirlo o no.
Y por su amor compartirán techo,
quisieran creerlo o no.
Y sus vidas irán de la mano,
quisieran que así fuese o no.
Y sus corazones palpitarán al unísono,
quisieran o no, más tarde o más temprano.
Aquel misterioso sentimiento,
que sus vidas cruzó y cruzará,
quedó grabado con hierro candente
en lo más profundo de cada uno de su ser.
Oh amor, caprichoso señor:
o nos tomas o nos dejas.
Oh amor, ley de vida:
haz que sigamos tu curso.
Oh amor, querido compañero:
no nos traiciones ni nos dejes nunca.
Oh amor, curioso destino.
Se me ponen si me besas rojitas las orejas
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