viernes, 13 de abril de 2012

Soneto IX. Carpe diem, tempus fugit

Tan hermosa y sensual como la luna

con su brillante halo de luz y estrellas,

tan radiante y bella que me destella

y tan admirada como ninguna.

No existe algo tan lindo como ella,

ni musas ni tampoco diosa alguna.

Es canon de belleza y sólo hay una

jamás nunca podrá borrarse su huella.

Recoge de tu alegre primavera

la dulce flor antes de que marchite

o el tiempo haga surcos sobre sus pétalos.

La vida puede ser frágil cual ópalo,

vive y goza antes de encontrarte límites

pues todo mudará la edad ligera.

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