lunes, 21 de noviembre de 2011

Amistad



Qué será la soledad
si ando siempre en compañía
muy bien guiado y respaldado
por unas manos amigas
que en momentos de aflicción
vienen, me cuidan y animan
no negándome su ayuda
en tiempos de adversidad.
Qué será el aburrimiento
existiendo la amistad,
siendo niños o jóvenes,
siempre de idas y venidas,
desayunando en el "after"
y contando batallitas
de mil desfases e historias
de esas que nunca se olvidan.
Custodio en mi corazón
infinitas dependencias
para todas las personas
con un lugar en mi vida,
que me apartan la tristeza
y me traen la alegría,
que alejan la oscuridad
por llenar de luz mis días,
que si caigo me levantan,
que me apartan de desgracias
y que me arriman el hombro
si urge la necesidad.
Qué más se puede pedir
a esta caprichosa vida,
pues podrán quitarme todo
pero nunca la amistad.
A mis amigos, con nombres propios o no, con miles de batallas a nuestras espaldas y un hueco en lo más profundo de mi corazón.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Soneto III


Qué tendrán tus preciosos ojos verdes
que me traen tantas noches en vela
en las que pasa el tiempo fugazmente
para dejarnos con ganas de más.
Qué tendrá esa piel tan suave que tienes
que durante toda mi vida entera
la acariciaría constantemente
si solamente de mí dependiera.
Llenaré mi mente de tus miradas,
conservaré al vacío tu fragancia
por sentirte cerca por las mañanas.
Y que no decaiga nuestra amistad,
pasará lo que tenga que pasar;
lo que pasó no se va a olvidar.

A la musa de las críticas literarias

martes, 8 de noviembre de 2011

No me digas en qué creer


Prueba, a ver si tienes fe:
mira al cielo y di qué ves.
Atiende, observa, razona,
¿hay algo en lo que creer?
Dónde se mete en las guerras
siendo un ser omnipresente
y si es todopoderoso
que acabe ya con el hambre.
Dijo morir por nosotros,
"miles" lo han hecho por él;
y qué de la Inquisición
asesinando en su nombre.
Mientras la pobreza crece,
la Iglesia más se enriquece.
Claro que existen mártires
los que por tu culpa mueren.
Los que te prometen pan
sólo se beben el vino;
los que prometen salvarte
acaban vendiendo el cielo.
Que no cuiden de los niños,
que lo hacen bajo su hábito;
ni se quejen del aborto,
mirad bajo los conventos.
¿Creer? Dejadme elegir.
¿La fe? Vuestro monopolio.
¿La Iglesia? Que no te pida.
¿Vaticano? Qué hay más rico.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Soneto II. Para el recuerdo


Descubrimos el placer de la vida
despertando pasiones desbocadas
amándonos sin freno día a día
deborándonos con cada mirada.
Qué tristes eran esas despedidas
que durante tanto nos distanciaban.
Malditas peleas y recaídas,
las discusiones y la desconfianza.
Lo que construyó el amor ya es recuerdo
y del recuerdo ya sólo anécdotas.
Tantas miradas, abrazos y besos,
tantos poemas, videos y rosas.
Nada borrará ni el dolor ni el tiempo;
ni desvanecer, ni dañar, no más.